Aunque las mujeres tienen mayor esperanza de vida que los hombres en la mayoría de los países, hay una serie de factores sanitarios y sociales que se combinan para hacer que la calidad de vida de las mujeres sea inferior. Las desigualdades en el acceso a la información, la atención y las prácticas sanitarias básicas aumentan aún más los riesgos para la salud de las mujeres.

Debido a las diferencias biológicas y sociales, el hecho de pertenecer a uno u otro sexo tiene gran impacto en la salud. La salud de la mujer y la niña es especialmente preocupante porque en muchas sociedades se encuentran en una situación de desventaja por la discriminación condicionada por factores socioculturales. Así, por ejemplo, las mujeres y niñas son más vulnerables al VIH/SIDA.

Algunos de los factores socioculturales que impiden que las mujeres y niñas se beneficien de servicios de salud de calidad y alcancen el máximo nivel posible de salud son:

·        las desigualdades en las relaciones de poder entre hombres y mujeres;

·        las normas sociales que reducen las posibilidades de recibir educación y encontrar oportunidades de empleo;

·        la atención exclusiva a las funciones reproductoras de la mujer, y

·        el padecimiento potencial o real de violencia física, sexual y emocional.

·        La pobreza es un importante obstáculo a la obtención de buenos resultados sanitarios en ambos sexos, pero tiende a constituir una carga más pesada para las mujeres y niñas debido, por ejemplo, a las prácticas alimentarias (malnutrición) y al uso en la cocina de combustibles que pueden causar neumopatía obstructiva crónica

La atención de la salud de la mujer ha cambiado en los últimos años, ya que anteriormente sólo se enfocaba en las enfermedades genito-urinarias, actualmente la atención es hacia los diferentes tipos de patologías existentes en el área de salud. Por ejemplo, en la actualidad   las enfermedades cardiovasculares es una de las principales causas de mortalidad femenina; Sin embargo, no se reconoce suficientemente este hecho, lo que retrasa la búsqueda de tratamiento y el diagnóstico entre las mujeres. La identificación de diferencias de género en las enfermedades cardiovasculares ha permitido formular estrategias de promoción de la salud y prevención más eficaces, lo que a su vez ha redundado en mejoras de la salud de la mujer en muchos países.

Algunos de los problemas de salud que afectan a hombres y mujeres pueden afectar a estas últimas de manera diferente:

·        Las mujeres tienen más probabilidades de morir a causa de un ataque al corazón que los hombres

·        Las mujeres tienen más probabilidades de mostrar signos de depresión y ansiedad que los hombres

·        Los efectos de las enfermedades de transmisión sexual pueden ser más graves en las mujeres.

·        La osteoartritis afecta más a las mujeres que a los hombres

·        Las mujeres tienen más probabilidades de tener infecciones del tracto urinario

 

La salud de las mujeres abarca una amplia gama de especialidades y áreas de interés, tales como:

·        Control de la natalidad, infecciones de transmisión sexual (ITS) y ginecología

·        Cáncer de mama, cáncer ovárico y otros cánceres femeninos

·        Mastografía

·        Menopausia y hormonoterapia

·        Osteoporosis

·        Embarazo y parto

·        Salud sexual

·        Cardiopatías

·        Enfermedades benignas que afectan el funcionamiento de los órganos reproductores femeninos

Recomendaciones para el cuidado de la salud en la mujer

ü Actividad física Realiza a la semana al menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad vigorosa. Si no tienes mucho tiempo, durante el día puedes sumar periodos de al menos 10 minutos seguidos. Haz actividades de fortalecimiento muscular y de flexibilidad, al menos 2 días a la semana. Hidrátate antes, durante y después del ejercicio.

ü Detección temprana de enfermedades.  Acude a tu chequeo al menos una vez al año.  Allí te realizarán las detecciones de cáncer cérvicouterino y de cáncer mamario, así como de hipertensión arterial, diabetes mellitus y niveles de colesterol. Recuerda que la prevención y detección de estas enfermedades puede evitar complicaciones graves en tu salud e incluso una muerte prematura.

ü Alimentación. Bebe 8 vasos de agua al día como mínimo. Incluye una combinación equilibrada y variada de frutas, verduras, cereales, tubérculos, leguminosas y alimentos de origen animal. Disminuye el consumo de azúcares, ya que representan una gran amenaza para la salud, debido a las consecuencias negativas que tienen a corto, mediano y largo plazo.

ü Salud bucal. Utiliza cepillos dentales con pastas ricas en flúor, para evitar las caries y la enfermedad periodontal, las cuales son más frecuentes en las mujeres. Practica una buena técnica de cepillado dental tres veces al día. También, es recomendable que uses hilo y enjuague bucal, de preferencia sin alcohol. Visita al dentista al menos dos veces por año

ü Salud mental. Identifica posibles síntomas de depresión como: fatiga inexplicable; aumento o pérdida de apetito; apatía; sentimientos de tristeza o desprecio hacia ti misma; pensamientos suicidas, o intentos fallidos de suicidio. Toma en cuenta que las mujeres son más propensas a padecerla, por lo cual es altamente aconsejable recibir atención profesional lo antes posible.

ü Prevención de adicciones. Evita el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias ilegales, pues causan daños a la salud y afectan el ámbito familiar y económico de manera severa. Si el uso de estos productos te causa: descuido en el aseo personal; disminución del rendimiento físico e intelectual; cambios en patrón de sueño y alimentación, y alteraciones del estado de ánimo, solicita ayuda y recupera tu calidad de vida.

ü Prevención de accidentes. Procura el buen estado de los artículos electrodomésticos e instalaciones eléctricas de tu hogar. Mantén las superficies del baño y cocina limpias y secas después de su uso. Usa correctamente la estufa, parrillas y boiler. De esta manera, prevendrás caídas y quemaduras, que son los accidentes más frecuentes en el hogar.

ü Prevención de violencia. Identifica signos de violencia física, sexual y psicológica, como golpes, gritos, amenazas, chantajes, humillaciones en privado o en público, etc. En todos los casos, debes acudir con alguna autoridad o institución de ayuda a la mujer para recibir ayuda y orientación. Recuerda que tienes derecho a una vida libre de violencia y que existen leyes que protegen a mujeres y a sus familias

No podemos cuidar a nuestros seres queridos, sí nosotras no estamos sanas, sí no nos hemos cuidado. Debemos prestar especial atención a nuestro bienestar físico y mental. Cuando nos sentimos bien por dentro se nos refleja por fuera,  en nuestra piel, en los ojos,  en nuestra mirada, en el pelo… Incluso en la forma de vestirnos, de arreglarnos.

Para poder atender y cuidar a los demás,  primero debemos cuidarnos a nosotras mismas.

 

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