La palabra fibromialgia, significa dolor en los músculos y en el tejido fibroso (Ligamentos y tendones). Se caracteriza por dolor generalizado en varias partes del cuerpo y sensación muy molesta a la presión en unos puntos específicos. Este síntoma se parece al originado en las articulaciones, pero no es una enfermedad articular. La fibromialgia está acompañada por fatiga, problemas de sueño y cambios de estado de ánimo.
Afecta alrededor del 4% a 6% de la población adulta y es más común en mujeres que se encuentran en la edad mediana de la vida, la edad promedio en la que se empiezan a manifestar es entre los 30 y 50 años.
Los médicos no conocen la causa de la fibromialgia, pero es muy probable que esté relacionada con varios factores que actúan en conjunto. Hay personas que desarrollan la enfermedad sin causa aparente y en otras comienza después de procesos identificables, como pueden ser una infección bacteriana o viral, un trauma por accidente, o en otros casos aparece después de que otra enfermedad limite la calidad de vida (artritis reumatoide, lupus eritematoso)
En términos generales podemos decir que la fibromialgia consiste en una anomalía en la percepción del dolor, de manera que se perciben como dolorosos, estímulos que habitualmente no lo son.
Además del dolor, la fibromialgia puede ocasionar rigidez generalizada, y sensación de inflamación mal delimitada en manos y pies. Pueden sentirse hormigueos poco definidos especialmente en las manos y piernas. Progresivamente van apareciendo otros síntomas: dolor de cabeza, falta de memoria.
El dolor músculo esquelético generalizado constituye el síntoma más destacado de la fibromialgia. Por lo general, se presenta en varios lugares alrededor del cuerpo, aunque podría iniciar en una región, tal como en el cuello y en los hombros y después aparecer en otras áreas al cabo de un cierto tiempo. El dolor producido por la fibromialgia se percibe en una gran variedad de formas, tales como ardor, rigidez o un dolor fuerte y permanente. A menudo, el dolor varía según la hora del día, el nivel de actividad, el clima, los patrones de sueño y la tensión. Muchas personas con fibromialgia afirman que siempre sienten algo de dolor, «me duele todo» aunque el dolor va y viene. Para algunos, el dolor puede ser bastante intenso.
Los cambios de estado de ánimo son un síntoma común de la fibromialgia. Con frecuencia, las personas con fibromialgia se sienten tristes o decaídas y algunas también presentan depresión, al igual que ansiedad. Algunos investigadores piensan que hay una conexión entre ciertas clases de depresión y la ansiedad crónica. Sin embargo, cualquier persona con una enfermedad crónica, no únicamente fibromialgia, puede sentirse deprimida, en ocasiones, al luchar contra el dolor y el cansancio.
Los individuos con fibromialgia pueden presentar dificultades al concentrarse o al realizar tareas mentales sencillas. Estos problemas aparecen y desaparecen y a menudo son más marcados en momentos de agotamiento o ansiedad extremos. Se han notado problemas similares en personas con cambios en su estado de ánimo, disturbios del sueño u otras condiciones crónicas. La mayoría de las personas con fibromialgia presentan fatiga, menor resistencia a actividades que impliquen esfuerzo y la clase de cansancio que se siente cuando se tiene gripe o cuando no se puede dormir. A veces, el cansancio es un problema mucho más grave que el mismo dolor. Además, son comunes las alteraciones del sueño en quienes tienen fibromialgia, mismas que varían de una persona a otra. Algunos pacientes tienen problemas para quedarse dormidos, mientras otros tienen un sueño muy ligero y se despiertan frecuentemente durante la noche. El cansancio puede variar desde un simple desgano y menor resistencia al esfuerzo en ciertas actividades hasta la extenuación y también puede variar de un día para otro.
Las investigaciones sugieren que las personas con fibromialgia tienen niveles anormales de químicos diversos en la sangre o en el fluido cerebroespinal, mismos que contribuyen a la transmisión y amplificación de las señales de dolor desde y hacia el cerebro.
De igual manera, también hay evidencia de que el sistema nervioso central se encuentra incapacitado para inhibir el dolor.
Los factores de riesgo de la fibromialgia comprenden:
- La fibromialgia se diagnostica con mayor frecuencia en las niñas y las mujeres.
- Antecedentes familiares. Podrías tener más probabilidades de desarrollar fibromialgia si un familiar también tiene la enfermedad.
- Enfermedad reumática. Si tienes una enfermedad reumática, como artritis reumatoide o lupus, tienes mayor probabilidad de desarrollar fibromialgia.
El dolor y la falta de sueño asociados a la fibromialgia pueden afectar tu capacidad para desenvolverte en tu casa y en tus actividades cotidianas. La frustración de afrontar una enfermedad que, con frecuencia, es incomprendida también puede causar depresión y ansiedad. Por lo que te sugerimos apoyar tu tratamiento con terapia física y en Homewatch CareGivers contamos con personal capacitado para ayudarte y darte una mayor calidad de vida.
Debido a que los síntomas de la fibromialgia son muy generales, además los sitios de dolor varían, un día duele el hombro, al siguiente la cadera y al otro la pierna, además a menudo pueden surgir otras afecciones; por lo que los pacientes se quejan a diario «me duele todo» esto provoca que la familia los ignore y el paciente se deprime
La fibromialgia no puede diagnosticarse a través de pruebas de laboratorio. Los resultados de las radiografías y los análisis de sangre son normales. Es una enfermedad que fácilmente pasa inadvertida ya que es común que se presente en mujeres alrededor de los 50 años y se le asocia a cambios hormonales como la premenopausia o menopausia. Por lo tanto, el diagnóstico se basa en un minucioso examen físico donde el médico reconoce los puntos dolorosos y puede confirmar el diagnóstico. Por eso es muy importante consultar a un médico que sepa diagnosticarla, como puede ser un Reumatólogo.
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