Los niños, la influenza y la vacuna

 

En los niños, la influenza es más peligrosa que el resfriado común. Cada año, muchos niños se enferman con la influenza estacional; algunos de estas enfermedades provocan la muerte.

* Habitualmente, los niños necesitan atención médica a causa de la influenza, especialmente antes de que cumplan 5 años. * Las complicaciones graves por la influenza son más comunes en los niños menores de 2 años.

* Los niños con problemas de salud crónicos como asma, diabetes y trastornos del cerebro o del sistema nervioso tienen un alto riesgo de desarrollar complicaciones graves a causa de la influenza.

* Cada año, un promedio de 20,000 niños menores de 5 son hospitalizados debido a complicaciones por el virus de la influenza.

* La mejor manera de proteger a sus niños de la influenza es vacunarlos cada año.

* La vacuna contra la influenza estacional lo protege contra los virus de influenza que, según las investigaciones, serán los más comunes la próxima temporada. Las vacunas contra la influenza tradicionales (llamadas vacunas «trivalentes») están fabricadas para brindar protección contra los tres virus de la influenza: un virus de la influenza A (H1N1), un virus de la influenza A (H3N2) y un virus de la influenza B. Además, hay vacunas hechas para brindar protección contra los cuatro virus de la influenza (llamadas vacunas «tetravalentes»). Estas vacunas brindan protección contra los mismos tres virus que la vacuna trivalente más un virus de la influenza B.

* Los niños deberían vacunarse todas las temporadas de influenza

* Los niños deberían vacunarse todas las temporadas de influenza para recibir la mejor protección contra la influenza. En el caso de los niños que necesitan dos dosis de la vacuna contra la influenza, la primera dosis deberían recibirla cuanto antes, apenas comienza la temporada. En el caso de los otros niños, se recomienda vacunarlos antes de finales de octubre, si es posible. Sin embargo, la vacunación posterior a esa

fecha aún puede brindar protección, siempre y cuando los virus de la influenza estén en circulación. Aunque pueden producirse brotes de influenza estacional a principios de octubre, la mayoría de las veces el período de mayor actividad de la enfermedad suele ser entre diciembre y marzo. Como el desarrollo de anticuerpos para brindar protección contra la infección por virus de la influenza demora aproximadamente dos semanas a partir de la vacunación, lo mejor es que las personas se vacunen para estar protegidas antes de que la influenza comience a circular en su comunidad.

 

Consejos para cuidadores de niños pequeños que contraen la influenza

Si vive o está a cargo del cuidado de un niño pequeño y contrae la influenza o presenta síntomas de la enfermedad, siga las precauciones a continuación para ayudar a evitar contagiarle la infección al niño.

1. Recuerde cómo se contagia la influenza

La mayoría de los expertos considera que el virus de la influenza se extendió principalmente a través de las gotitas que se producen al toser, estornudar o hablar. Estas gotitas pueden caer en la boca o en la nariz de las personas que se encuentran cerca. Siendo algo poco frecuente, una persona también puede llegar a contraer influenza si toca una superficie o un objeto contaminado con el virus de la influenza y se toca luego los ojos, la boca o posiblemente la nariz.

2. Siga estos pasos Si tiene los síntomas de la influenza – que pueden incluir fiebre, tos, dolor de garganta, mucosidad nasal o nariz tapada, dolores musculares o corporales, dolores de cabeza, cansancio o, a veces, vómitos y diarrea, siga las medidas de prevención a continuación:

* Consulte con su médico u otro profesional de la salud.

* Intente minimizar el contacto con el niño bajo su cuidado tanto como le sea posible.

* Cúbrase la nariz y la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar y arroje su pañuelo usado en un cesto de basura.

* Lávese las manos con agua y jabón o utilice un limpiador de manos a base de alcohol con frecuencia y lo más pronto posible después de haber estornudado o tosido en las manos.

* Antes de comenzar a hacer alguna actividad dentro de una distancia de aproximadamente a 2 metros del niño bajo su cuidado (incluyendo alimentarlo, cambiarlo, mecerlo o leerle) lávese y séquese perfectamente las manos.

* 3. Preste atención

* Observe cuidadosamente al niño bajo su cuidado para ver si presenta síntomas de alguna enfermedad respiratoria. Si su hijo presenta fiebre*, síntomas respiratorios o no reacciona como lo hace normalmente, comuníquese con el médico de su hijo.

Fuente del contenido:  * Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias (NCIRD)

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